Todos deseamos la alegría, por supuesto, y claro que yo me veía contento. Pero sentía que Jesús no me invitaba a quedarme en ese estadio. Entendí que el llamado que Él me hacía no implicaba, forzosamente, vivir feliz.
Puede sonar paradójico, pero Inés es una mujer libre. Libre porque por amor se dejó morir en la cruz. En la cárcel conoció el dolor, la soledad, el abandono y la miseria; y, cuando estaba muerta, resucitó y encontró la libertad.
Llanero que ama en los palmares / en las galeras / en los arreos / en los cajones / en el liderazgo del relincho sangrando / y en la quirpa del joropo donde llegan las mujeres.
Una corriente de profesores y centros educativos mexicanos se ha insertado en la dinámica de la revitalización de los saberes colectivos que existían antes de la llegada de la cultura occidental, y está impulsando una educación que contempla el conocimiento desde los pueblos originarios.
Cuánto más fuertes serían las convicciones personales, el valor de la familia, de la cultura y de la responsabilidad democrática, si proveyéramos a niños y jóvenes con experiencias educativas que los abrieran cotidianamente a la diversidad.