Transexuales, hijos e hijas de Dios
Un transexual siente –usualmente a partir de los tres o cuatro años– un fuerte conflicto entre su fenotipo y su identidad percibida como niño/hombre o niña/mujer. Condición que, existente en todas las culturas, sigue siendo mal entendida y rechazada. Debemos informarnos y hacernos cargo de la exclusión que sufre este grupo.