Elías González
Elías González Gómez. Mexicano. Estudió licenciatura en Filosofía y Ciencias Sociales en Guadalajara, México. Actualmente es estudiante del Máster en Mística y Ciencias Humanas en Ávila.
Hace algunas semanas se escuchó la noticia de la próxima canonización de Sor Isabel de la Trinidad. Mi intención en este artículo es esbozar un poco de su vida y su experiencia espiritual utilizando un término muy teresiano, “engolosinar” un poco al lector y animarlo a la lectura de esta futura santa.
Cuando los indígenas le predicaron al Papa: la misa de Francisco en Chiapas
Esta eucaristía fue como de esas veces en que el tiempo se detiene y en que la historia dará un giro. En esta celebración, en que se entregó la Biblia traducida al tzeltal y al tsotsil, Francisco habló bien pero mejor lo hicieron los pueblos originarios. Éstos evangelizaron al obispo de Roma.
La invitación de Francisco al diálogo interreligioso
En este artículo me propongo, por una parte, festejar este llamado que hace el papa Francisco, sumándome a la invitación y expresando mi profunda alegría, pues, como cristiano dedicado al diálogo interreligioso, sus palabras fueron de mucho consuelo. Por otra, invitar a la reflexión y a informarnos para que este diálogo no sea superficial ni solo buena voluntad.
Teresa de Ávila: Mística cristiana para el s. XXI
Una de las grandes crisis del cristianismo actual es la escasez sistemática de mistagogía, es decir, de mujeres y hombres con experiencia y disponibles que funjan como acompañantes en el camino al Misterio Divino. En este punto, Santa Teresa puede ser de gran ayuda.
Beber de los Padres de la Iglesia en América Latina
Francisco de Asís fue una voz que clamaba la sanación para una Iglesia que enfrentaba tiempos de crisis, sanación que se lograba retornando a la pobreza evangélica. También hoy contamos con un referente hacia el cual retornar la mirada en momentos de crisis: los Padres de la Iglesia.
La religión no es (solo) un humanismo
La desmitificación moderna ha llegado incluso a las propias religiones, específicamente al cristianismo, haciéndole tomar un giro humanista que nos ha hecho olvidar algo fundamental: nuestra relación con Dios. Así, hemos transformado nuestro cristianismo en una especie de activismo social.
Tradición vs. Novedad
¿Quién no ha juzgado diciendo mejor malo conocido que bueno por conocer? De una manera u otra, cada uno ha sentido la tensión entre lo que tradicionalmente se ha venido haciendo y lo nuevo que promete cambios. Algo que va más allá de etiquetar a las generaciones más jóvenes como las que buscan los cambios y a las generaciones más viejas como las que se les resisten. Esto mucho más complejo.
Dos banderas, dos proyectos
La experiencia cristiana de Dios no nos lleva a alejarnos del mundo material en aras de alcanzar la gloria espiritual, sino que nos conduce a una encrucijada vital en donde podemos escuchar el llamado a ser partícipes del proyecto salvífico del Dios de la Vida. Para ser colaboradores de ese Reino, sin embargo, es necesario “dejarlo todo para venir a alcanzarlo todo”.
Me aburro en misa
Solamente dentro de un camino espiritual auténtico -y no hablo de manera moralista ni legalista normativa, sino pura y simplemente de un camino que se traduzca en la conversión de hombres y mujeres nuevos- el joven cristiano podrá vivir una Eucaristía llena de sentido.
A Dios rogando y con el mazo dando
Conforme se va caminando por las sendas del espíritu, es casi obligatoria la pregunta por el papel de nuestro propio esfuerzo en relación con el rol de Dios. ¿Qué me toca a mí y qué le toca a Dios? En el mundo de extremos en el cual vivimos, es común no saber cómo responder a esta disyuntiva.